La Identidad Mental (IM)
La identidad mental o psicotipo se refiere a la
combinación de rasgos que posee un individuo. Estos rasgos pueden ser: Heredados (instintos) o
adquiridos (aprendos). Esta combinación se presenta en tres niveles:
Temperamento, carácter y personalidad.
El temperamento es la predisposición orgánica que
determina el estado de ánimo habitual o pasajero. Es de naturaleza biológica.
Es bien conocida la clasificación que rea lizara el medico griego Hipócrates de
los temperamentos:
Bilioso: Se caracteriza
por un humor enérgico, activo, fogoso, iniciativa.
Sanguíneo:
Caracterizado por un humor expeditivo, activo, rápido, alegre y jovial.
Nervioso: Se
caracteriza por un humor excitable, sensible, delicado e irritable.
Linfático:
Caracterizado por un humor paciente, tranquilo y triste.
A pesar de que existen algunas características
similares entre el bilioso y el sanguíneo, las diferencias son marcadas. El bilioso es mas persistente y
emprendedor, mientras que el sanguíneo
es mas ágil y con buen sentido del humor.
El carácter resulta de una combinación de rasgos
heredados y adquiridos, lo que lo hace de naturaleza híbrida.
Carl Jung introdujo los conceptos de extraversión e introversión.
La persona extravertida es aquella que se vuelca hacia el mundo exterior
y es receptiva a las modificaciones de su entorno. Se caracteriza también por
ser simpática y sociable. La persona
introvertida se repliega en si misma, en
su propia realidad interior. Son reservadas y prefieren la soledad a la
compañía de otras personas. Su vida social se limita a los compromisos de
estudio y trabajo.
La personalidad es el resultado de la combinación de
rasgos adquiridos (aprendos). Cada aprendo posee una dualidad de cualidades.
Conciencia: Realista–soñador; Voluntad:
deciso–indeciso; Inteligencia: inteligente–débil mental; Afectividad: madurez–inmadurez;
Moralidad: moral–inmoral y Subconciencia: visionario–ciego espiritual.
Elvis Sibilia
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